¿No les ha pasado que no se sienten cómodos en el puesto, posición, trabajo en el que se encuentran actualmente?

Este sentimiento es más frecuente de lo que uno creería y en muchas ocasiones es muy complicado expresarlo directamente debido a la poca confianza que se tiene con las personas alrededor o porque se tiene miedo de las consecuencias.

Por lo que en muchas ocasiones, mediante una pobre actuación en nuestras responsabilidades, o mediante quejas con nuestro jefe, intentamos expresar nuestra inconformidad, en búsqueda de un movimiento, cambio o aumento, sin embargo no notamos cómo estas acciones nos afectarán a nosotros mismos.

La anécdota es la siguiente:

En el año 2018 estaba iniciando un trabajo de consultoría, donde a pesar de haber tenido muchos meses como practicante en el mismo ámbito, no era lo mismo. El salario de recién egresado en una empresa de servicio como lo es la Consultoría, donde el valor de un servicio (y por lo tanto tu trabajo) es subjetivo, no se aprecia o no alcanza al salario que uno quisiera, debido a la corta experiencia y edad.

Mi principal motivación era el crecimiento laboral y personal a futuro, por lo que pese a mi inconformidad daba la mejor versión de mí y de mi trabajo.

Sin embargo, fue ese esfuerzo y trabajo que al día de hoy me tiene realizando lo que soñaba con hacer algún día, emprendiendo y ayudando a la comunidad con mi experiencia y conocimiento.

En caso de haber una inconformidad en su puesto, trabajo o salario, es algo que recomendamos se exprese previo a aceptarlo o que haya una comunicación efectiva con su jefe en búsqueda de un acuerdo que favorezca a ambos.

Quizá el mejor ejemplo para dar lo mejor porque nunca sabemos quien está observando son las historias de aquellos grandes deportistas que no tenían más que sueños de grandeza en terribles condiciones, pero al ser vistos por personas adecuadas e influyentes tuvieron una oportunidad que no desaprovecharon.

Escrito por Luis Vázquez